lunes, 23 de febrero de 2009

Un sabado

No hubo jamas un conjunto de palabras articuladas que pudiese disipar el desasosiego en mi interior, cosa que si pudo ser resuelta por la concentracion en la velocidad o el calmo columpiar de las aguas de aquellos nobles rios y el oleoso acariciar de rayos solares

2 comentarios:

Tadeo dijo...

Brillante como siempre tu blog!
pasa el mio!
suerte!

la hija de la lágrima dijo...

Vos sos el mikros el original?