domingo, 14 de septiembre de 2008

Avenida Corrientes

Alguien sigue esperando un obsequio,
una sorpresa, noche a noche,
en la avenida Corrientes de luces encandiladoras.
Yo, que la amaba paseandola,
me encuentro despechado.
Sonidos combinando en musica ininteligible
pero como humo, invadiendo esta atmosfera
de una vereda a la otra.
Alguien siente una impresion regresionista
pero no tiene invitacion para entrar.
Yo, corto de abrigo,
intento sin conseguir, vencer el junio frio.
L@s niñ@s soplan globos amarillentos,
su pasaje de aerostatico polietileno relleno
a desconocidas tierras que les lleva en doloroso asombro
de peliculas que nadie les invitaria a ver.
Yo, infimo e insignificante
confirmo para mis adentros
la necesidad de volver a los antiguos textos sagrados.
La catastrofe nos funde en un plato comestible
de mediocridad, oidos y ojos desleales a sus funciones
y me transporto con los sentidos atrofiados
hasta las tierras en que lindan alguien y yo.
Hasta ahi fue que llegamos

No hay comentarios: