miércoles, 17 de septiembre de 2008

Una estrategia

Es necesario decir para decir algo?
Un cienpies busca su lugar en un agujero
y quien sabe si yo tambien a traves/partir
de este encuentro.
Y que importa si me colocan la etiqueta
del doble discurso en la frente?
Puedo armarme de triples, cuadruples, nulos
de todos ellos.
Al final, solo solo el silencio de las conciencias
sentenciara.
Me desentiendo de las victorias cantadas
antes de tiempo.
Jueves medianoche, los gritos eternidad
en La Boca de relojes estrellados
contra el pavimento.
Coltrane aplaca hasta a los mas voraces
espiritus amantes del desastre.
Zozobra mi estoico andar
al borde de la llamada por telefono
a aquel numero extraviado ya
en los recovecos de mis represiones.
Si vive la espontaneidad, muere la accion mentada.
Que precio tiene una instantanea de nuestro derrumbe?
Seremos demasiado pretencios@s por inventar
algun nuevo lenguaje?
Reconozco lo desgastante, por hoy ya bastante.
Que culpa tendra el lecho que nos cobija
para amenazarlo con soportar mas de
nuestras pesadillas?

Entonces desenfundo esta nueva poesia cargada
para desplegar un reguero de tinta negra
que de certero disparo asegure la muerte
a l@s mercaderes de las palabras en el mundo viejo.
Mi ausencia, tiro de gracia...
desaparezco por los tirantes

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