viernes, 12 de septiembre de 2008

Requiem para nuestros dias

Lavo mi cuerpo con violencia.
Intento quitarme una carga de suciedad
algo como energetico
pretendiendo que el agua hirviendo
vuelva mi piel, abrasiva
quiero ser calor, luz, llama
para iluminar las cenizas de este mundo,
pero en realidad cargo una cruz
que lleva una inscripcion con nuestros nombres
y mis pensamientos se vuelven lascivos hacia ti.
Construyo un esbozo de esperanza.
Construyo un plan de sanacion
para que de una vez aquell@s planificadores/as de ruinas
no resistan soltarme.
La sinfonia suena disparatada
como un requiem para nuestros dias.
Si pretendias que Dios estaba de tu lado
mejor encomiendate a tus tareas.
Desde la cuna hasta la tumba
pertenecemos a la mugre.
Esto es la Tierra, debo recordarnoslo,
el purgatorio que exige expiar culpas.
Pero yo me niego a dejar que esa herida
profunda o fresca, no consiga cicatrizar
ya que me saldre de todo parametro
que establezca los comportamientos humanos.
Nunca moral seras dulce guarida
y señuelo que me aleje.
Ahora saborearemos el colapso
mientras suena una sinfonia disparatada
como un requiem para nuestros dias

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